jueves, 16 de diciembre de 2010

El Palacio de los Mares del Sur

Hace más de un lustro en la capital patriciense se presentaba el Centro de Congresos de Córdoba, conocido como Palacio del Sur o C3, como una apuesta principal de la ciudad para avanzar hacia el futuro sin perder el respeto al pasado y, también, como punto fuerte para lograr la capitalidad cultural en 2016.

En estos cinco años la apuesta fue siempre una constante por los diferentes equipos de Gobierno y Urbanismo pero nunca pasó de los despachos a la tierra. De esta manera en 2005 Córdoba recibió las propuestas de grandes arquitectos de nuestra era para la realización del C3: Moneo, Zaha Hadid, Koolhaas o Toyo Ito.

Al final la ciudad eligió la idea del holandés Rem Koolhaas. Desde ese momento el proyecto fue sufriendo continuos cambios para abaratar costes y para hacerlo más funcional y más realista con la ciudad donde estaría situado. Pero con todos estos cambios el Palacio del Sur supone para Córdoba la cuna del futuro para la ciudad.


Sin embargo en Córdoba parece que no sabemos mirar al futuro o eso nos indica de vez en cuando algunos “ilustrados” que de vez en cuando nos regalan declaraciones tan validas como innecesarias.

Hablo de Gerardo Olivares, no el director sino el arquitecto, que la semana pasada calificaba el Palacio de Congresos de Córdoba como un “monstruito” y rechazaba las posibilidades de este teniendo Sevilla y Málaga a una hora.

Posiblemente estas afirmaciones vinieran del despecho que puede sentir esta “eminencia” al no realizar él citado edificio, aunque para tener algo similar a lo que hizo en Torremolinos no sé cómo puede pensar que tenía posibilidades con los grandes arquitectos citados anteriormente.

Pero toda declaración merece una contradeclaración, y yo le voy a hacer la mía señor Olivares. Córdoba necesita el C3 por muchos motivos que de una forma breve y clara se las diré:
  • Una ciudad de 320.000 habitantes no puede seguir celebrando grandes actos en un Teatro ya de por sí saturado por los eventos de ocio.
  • El Palacio de Congresos actual, que usted afirma como el que tiene y no necesita otro Córdoba, no deja de pasar de un simple salón de actos que es necesario pero no servible para grandes eventos.
  • La Orilla Sur se está conformando junto con el Plan Renfe como las grandes apuestas vanguardistas de la ciudad que ponen de nuevo a Córdoba en el mapa. Pero todas ellas han sido obras menores mientras que el Palacio del Sur sería la Gran Pirámide de este nuevo resurgir urbanístico de la ciudad.
  • Rem Koolhaas es igual a salir en portadas de revistas internacionales de arquitectura.
  • La “Capital de los Califas” puede y debe aprovechar su situación de una hora a Málaga y Sevilla y puente con Madrid para convertirse en un lugar tranquilo, alejado de los focos, donde realizar grandes cumbres de negocios.
  • Todo estos puntos culminan en dos hechos: más turismo y más negocios; o lo que es lo mismo, más ingresos en la ciudad.
Puede que algunos puntos sean discutibles, puede que se puedan añadir otros. Pero Córdoba debe y quiere mirar al futuro por muchas pegadas que Andalucía, Industria y algunos colectivos no quieran.


Ver desglose del C3

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