Un poeta francés dijo ya hace muchos siglos que conquistar sin riesgo es conquistar sin gloria, y eso es lo que parece suceder desce hace muchos años en un comité de poca sabiduría cuyo dedo de cada uno de sus componentes deciden el acto deportivo del mundo.
Y esque ya son muchos años los que pasan sin que que el Comité Olímpico Internacional decida la mejor candidatura en todos los aspectos para organizar los juegos olímpicos, siempre hay algo que elimina los mejores exponentes tanto económicos, de infraestructuras, deportivos e incluso de espíritu olímpico.
Fue allá por 1993 cuando se eligió a la mejor candidata de las presentes. En aquella ocasión, la bella ciudad de Sídney se impuso a Pekin y unos pobres proyectos de Manchester, Berlin y risueños como el de Estambul. Fue la última vez que se miró lo realmente importante de una candidatura. 4 años despúes, Atenas se impuso con un proyecto pobre en contenido sin seguridad económica para afrontar los juegos pero con el deseo de organizar sus juegos que ya no eran griegos. Se impuso a Roma, la mejor candidatura en esa reunión de Laussana. Ya es Moscú en 2001 se eligió a Pekin con el esta vez si mejor proyecto pero no dejando de ser una dictadura que no respeta los derechos humanos impusiéndose a proyectos más coherentes como el de Paris. Y en 2005 llegamos a Singapore con Madrid y Paris de favoritos, con Madrid con un proyecto muy poco mejorable que perdió al igual que Paris contra una Londres que presentaba un proyecto en calzoncillos, sin infraestrucutras hechas y algunas ni siquiera pensadas.
El COI vuelve a jugar con fuego, se conseguirá el éxito despúes, pero puede que al final terminen quemándose.
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