jueves, 7 de abril de 2011

Twitter, el cuarto poder

De bien es sabido que el periodismo en sus comienzos se erigía como una plataforma donde las verdades injustas de los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) quedaban a la luz y, por ello, durante muchas décadas fueron perseguidas quienes de verdad querían realizar esta función de contrapoder.

Conforme fueron pasando los días, semanas, meses y años; el periodismo se fue desviando hacía un simple parapeto más del poder establecido convirtiéndose en el estadio de fútbol donde los diferentes políticos jugaban su particular partido. Al igual que los tres poderes, el periodismo tradicional de grandes cabeceras se fue fusionando un poquito más con ellos.

De esta manera la influencia del cuarto poder se veía condicionada por una publicidad, unas subvenciones, que no permitían elevar a un alto grado cualquier acusación frente a los que ostenta el poder.

Pero hace poco más o menos de un lustro, apareció el fenómeno de las redes sociales. En principio eran minoritarias y su uso prácticamente se reducía al de pequeño grupo de amigos, luego llegaría su aplicación empresarial y publicitaria y hace poco más de un año se erigiría como la mayor fuente de información.

Llegaron los blogs, Twitter, Facebook… Y de repente todos formábamos parte primordial del tráfico de la información, estábamos más cerca de nunca de exigir y dejar de exigir nuestros derechos. Tampoco voy a decir que gracias a Twitter todos podamos ser periodistas, siempre se exigirá un filtro de profesionales que digan qué o no debe ser de interés público.

Pero sí hay algo que logra esta red social, es que los periodistas puedan hablar como personas que son y no como algunas veces parecen ser borregos. De esta manera escuchamos opiniones bien fundamentadas en apenas 140 caracteres mientras en dos hojas de prensa no encontramos apenas argumentos.

Con Twitter si sabes elegir bien tus contactos puedes enterarte de todo y cuando quieras, tampoco el político se librará de tus preguntas y algunas respuestas, aunque con mentiras, se te contestarán. Ya no habrá ignorancia para el pueblo.

Y desde esa ignorancia llega el motivo de mi entrada de hoy, ya no quedan olvidados los abusos de poder de los dirigentes, ya no podrán irse de rositas creyendo que para el pueblo son poco menos que un pasto al que darle de comer de vez en cuando.

Ayer, los eurodiputados de PP, PSOE y UPyD votaron en contra de una moción que iba a acabar con sus viajes en primera clase en los aviones, obligándoles a ir turista. Posiblemente el ahorro de esta medida iba a ser tan irrisorio que no llegaría ni a una prima por gol de un delantero de primera. Pero era un buen ejemplo, algo que nos hiciera ver que todos debemos apretarnos el cinturón.

Pero no, no fue así, el egoísmo de la Eurocámara, con nuestros compatriotas al frente, no entendió de éticas y su tren del honor se descarriló antes de tiempo. Un joven periodista suelta la noticia, 40.000 seguidores en su haber, y vuela y vuela el tema como los aviones de primera clase de los eurodiputados. Bajo el treding topics (tema caliente) de #eurodiputadoscaradura, miles de críticas le fueron lloviendo a todos esos “defensores del buen hacer”.

No pasaron dos horas para que PSOE y UPyD rectificaran su voto, pidiendo perdón y haciendo gala de que esa no es su “ideología”, el cuarto poder ha regresado y ojalá podamos pensar que este tema pequeño sea la antesala de otros tantos grandes que haga pensar a los gobernantes, legisladores y demás de este país y continente de que se deben al pueblo.

Sin más os dejo un vídeo sobre el tema:



¡Hasta otra!

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