La felicidad es extraña, es olvidadiza, fugaz, rápida pero tan placentera durante unos instantes. Logran abstraerte de la realidad, de ser ese chico del cerrar de los ojos y alcanzar campos verdes, montañas heladas, bosques de alegría sonora.
Las lágrimas vuelan, los pensamientos solo son recuerdos y las preocupaciones se difuminan en aquel mapa del ayer. Regresa esa confianza que parecías perdida, la diáfana visión de la vida vuelve y sientes sueños lejanos al roce con las yemas de tus dedos.
Y cuando la felicidad llega, ¿no te parece que se produce un pequeño milagro? :) Saludos desde Granada, Marcos.
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