jueves, 31 de mayo de 2012

La última clase

Las fechas llegan, tardan, pero terminan por hacer su aparición en el calendario. Hoy es una de esas, triste quizás, pero mañana recordada con nostalgia y puede que con una buena dosis de sonrisas en futuros reencuentros. A eso de las dos y media del mediodía salía del aula 1 de mi facultad, la de comunicación, con un ambiente bien diferente. Había concluido la última clase en conjunto con mis compañeros de promoción y grupo de periodismo.

A la espera de una exposición mañana en una optativa, se puede decir que estas casi tres horas de visionado de informativos (nuestros trabajos prácticos durante este cuatrimestre en la asignatura de televisión) han sido lo último que he aprendido en compañía de estos futuros periodistas.

Unas clases que comenzaron allá por una mañana de un 29 de septiembre del 2008. “El accidente de la carretera de Campanillas”, sí, cómo titular esto fue nuestra primera lección compartida. Después llegaron otras cosas que aprender. Nuestros primeros agobios por unos exámenes universitarios. Petar el botón del F5 de la Duma en busca de esa nota que nunca salía. No me extiendo mucho en esto porque sé que todos estos recuerdos en el discurso del próximo 1 de julio se dirán, yo los tengo en mi memoria y estoy seguro que todos nosotros también.

Este tren ya llega a su fin y miramos a la ventanilla y la estación a las que llegamos nos hace ver que el viaje no ha hecho más que comenzar. Ahora llega lo difícil, es el momento de la lucha, de los sueños quizás algo rotos. Pero a buen seguro estoy que entre todos estos compañeros habrá quienes lleven el nombre de nuestra promoción bien alto, alguna que otra parece que incluso lo difundirá por tierras suizas.

Esto se acaba, el don de la palabra escrita, para algunos, o hablada, para otros, fue lo que nos motivó en buena parte a seleccionar este sueño entre tantos otros del océano. Me alegro que así lo hicierais, que escogierais este tren, al que hacía mención antes, y me dejarais algún que otro momento entrar en vuestros vagones.

Yo nunca he sido de integrarme bastante en los grupos. Siempre era de los de sentarme con tres o cuatro personas más y a pasar las horas, semanas y meses. Sin embargo aquí, a pesar de todas las adversidades encontradas, me he sentido a gusto y puedo decir que a pesar de ser 100 en clase ha habido más compañerismo que en muchas aulas de solo 30.



Hace un par de semanas nos comentaban que teníamos menos cualidades que otros que vienen por atrás. A ellos no los conozco, no puedo valorarlos como tal y me alegro que los tengan en tal alta estima esa persona. Pero de mis compañeros sí puedo hablar, sí puedo izar la bandera de los “nacionalismos” que hacía mención el profesor que nos dio la última clase y defenderlos.

Son trabajadores, tienen principios, tienen metas… Pero sobre todo tiene dos cosas valiosas que siempre destacamos pero que luego olvidamos, gozan de humildad y tampoco pecan de insolidaridad.

Entre tanta gente siempre fue normal que hubieran rencillas, si entre 12 hubo un traidor… Pero no hay que olvidar que hay más que nos une y creo que estos últimos meses poco a poco nos hemos ido dando cuenta. De que las sonrisas son mejores que los gritos, que reír de nuestros errores nos hace ser más alegres ante la adversidad. Sí, risas he tenido muchas, hasta de personas con las que quizás en un principio pensé que jamás me podría llevar ni regular. Pero ahí están… Ahí fueron…

Han sido cuatro años de muchos recuerdos que como dije antes ya volveremos a recordar… Pero a la espera de ese momento quería dar las gracias a todos estos compañeros, a los que siguen aquí y los que no acabaron pues miro alrededor y me falta alguna cara. Pero a todos vosotros muchas gracias por acompañarme en esta meta de ser periodista. Del futuro ya hablaremos.

3 comentarios:

  1. Joe Marcos, que bonito. Creo que al final siempre queda y se recuerda lo bueno. Seguro que todos nos quedamos con la clase de hoy, esa que resume tanto trabajo, tanto esfuerzo, y sí, tanto compañerismo (aunque algunas veces pudiese parecer que no tuviéramos)

    Lo bueno está por venir para todos nosotros, seguro que sí =)

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  2. Los estudios sólo eran la primera vuelta, ahora comienza la carrera de verdad, los repechos y los falsos llanos. Suerte, seguro que lo consigues. Marien López

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  3. Una muy buena despedida.
    Has conseguido sacar todo lo bueno y con mucha sinceridad.
    ¡Mucha suerte! =)

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