Esta semana hemos podido asistir al mayor ejemplo de la política de hoy en día, donde los principios como persona quedan en un segundo plano a favor del progreso político. Estoy hablando de la ex alcaldesa Rosa Aguilar, que no hará mucho más de un años abandonara la ciudad de Córdoba para abanderar, dice ella, una lucha por la ciudad de los Califas desde un lugar más fuerte para ello.
Esta cordobesa, licenciada en Derecho, renunció, para ello, a unas ideas que con tanto ahínco defendió en su momento, cuando Izquierda Unida, partido al que pertenece, gozaba de un punto de relevancia informativa. Con el tiempo, el comunismo fue perdiendo peso en las portadas de los periódicos y se fue quedando como un mero recuerdo del pasado, es por ello que Rosa Aguilar ya no podía crecer políticamente más en IU que ser alcalde de su ciudad.
En su partido siempre fue aclamada a dirigir las riendas de la organización, pero siempre rechazó serlo. Hablar la última de las parlamentarias en el Congreso no era un hueso de santo para ninguno. De este modo decidió una noche que debía irse de IU y Córdoba y buscar, usando un símil futbolístico, un partido político de Champions League. Y ahí volvió su renacer como política, cualidades de oratoria y administración no le faltan, las críticas solo le vinieron con el desgaste en el cargo como le llegaron a los más grandes; y con ello ha llegado a ser ministra.
Pero… ¿a qué precio? Imaginar su pasado como azote del felipismo para ahora embarcarse en la nave considerada como felipismo 2.0. solo puede ser llamada hipocresía.
En fin… Todo ello para buscar la foto, ser portada de los periódicos. Buen trabajo Rosa.
No podía haberlo expresado mejor. Lo que ha hecho es un cambio de chaqueta para medrar, palabra que define a todo el que se mete en política. Escalar puestos para vivir mejor. Eso sí, ¿hará realmente algo por Córdoba?
ResponderEliminarUn saludo.