Si habría que encontrar algún animal con la capacidad de tropezar con la misma piedra una y otra vez, este sería el hombre. Tristemente otro año más me encuentro en la dinámica del error, al descuidar los estudios hasta el último momento he provocado que de una hojilla salgan tochos enteros para los que poco tiempo dispongo de trabajar.
Con el comenzar de cada temporada miles de proposiciones de un buen hacer creemos convencer en nuestro ser, pero ni la más remota idea se cumple.
Aquí estoy, un día de los inocentes con el temor del día antes de un exámen, ¡VIVA LA PRESIÓN!
Suele suceder que el ser humano troience una y otra vez con la mísma roca. Pero esto; ¿a que se debe?
ResponderEliminarLa mayoría de las veces uno sabe que un placer poco duradero producirá consecuencias a nuestro futuro. Pero aún conociendo las consecuencias y con la posibilidad de evitarlo, tendemos a pensar "luego lo compenzaré" o "sólo esta vez"--->"bueno esta es la última"--->"está sí es la última". En ese momento realmente tenemos en la cabeza que será la última vez, pero no podémos evitar que la necesidad aumente. De este modo se deja para último momento lo que realmente importa o lo que es el objetivo final.
Si tienes muchos problemas de este tipo. Lo único que puede ayudarte es usar el peor momento de tu vida para combertirlo en reparación de tu momento de felicidad. De este modo en un lugar disfrutas sin precupaciones de obligaciones pendientes. Puesto en ejemplo:
Un día de escuela es muy aburrido, no veo la hora de ir a casa y pasarme el resto de la tarde en el ordenador. Pero tengo mucha tarea no podré usar el ordenador ni un rato. Ahora viene lo que he dicho; combertír el mal momento en algo peor para luego no tener preocupaciones: Me pondré a adelantar la tarea ahora mísmo, ¡oh, no!, la profesora no parece muy conforme al ver que no presto la debída atención a su platica. Pués esperaré al momento oportuno para continuar. Toca el timbre de receso, aprovecharé este tiempo para adelantar las taréas y no tener trabajo en casa. Mis amigos me piden que los acompañe al patio, pero ¿vale la pena estar un rato allá en el patio sin hacer nada? o es mejor estando en esta prisión en la que debo aprender obligatoriamente lo más posible; dedicarme a estudiar ya que no hay nada más interesante que hacer. Si lo pienso bien, en la escuela no puedo hacer ni la cuarta parte de lo que podría en mi casa. ¿vale la pena dejar esta tarea para mi casa y quedarme aquí platicando de algo con mis amigos?
Bueno me he centrado en lo que has dicho ya que al tener la mísma edad creo que pensamos parecido.
Un Saludo.