lunes, 12 de marzo de 2012

Comentario sobre el futuro de la UE

Buenos días, continúo con mi entrega de subir comentarios de una asignatura de clase, Estructura europea de la Comunicación. Esta, en concreto, es la más larga que hice, por ello os pido paciencia para leer un texto sin imágenes, o quizás lo edite y ponga un vídeo ilustrativo.


PRÁCTICA 8 - Lengua, comunicación y flujos migratorios" en el futuro de la UE y de un escenario globalizado

Europa se desquebraja, una unión de dos velocidades. Dos titulares presentes durante las últimas semanas que ponen en alerta al ciudadano europeo de que la realidad vivida, hasta ahora, puede tener un fin mañana. Aunque el tema es amplío y complejo no me pararé en este tema pero conviene centrarnos en un aspecto en peligro de herida grave de romperse la Unión.

La emigración entre cada uno de los 27 países (pronto 28 con la entrada de Croacia), aunque desde hace bastante no es como tal (algunos reticencias de países centrales frente a Rumania), ha traído a lo largo de los últimos años una importante riqueza para cada uno de los países. Naciones cercanas pero al mismo tiempo lejanas, costumbres dispares, maneras de ver la vida diferentes donde la facilidad de ir a trabajar de un lugar a otro fue transmitiéndose poco a poco.

Bücher en su obra de la Evolución Industrial exponía que todo avance en la cultura es derivado de un flujo migratorio. Y yo la comparto, claramente el choque de ideas a lo largo de la historia ha podido producir otro tipo de choques con más sonido que el de la palabra. Pero a la larga, el compartir diferentes concepciones de lo que vemos en el día a día ha terminado por enriquecer a la sociedad en general.

Claro está que no todo flujo migratorio termina por generar riqueza. Se nos viene a la cabeza las grandes capitales americanas y sus famosos barrios chinos o yéndonos al pasado las antiguas juderías (aunque en este caso sería sumergirnos en un trasfondo histórico de otra época). Ello solo acercaba ideas opuestas que solo se encontraban en las batallas de las calles y no en la compra de frutas y pescado, como debería ser.

Es decir, la migración ha de ir como cual viajero en la antigüedad era. Sumergirse en la ciudad nueva y traer consigo sus costumbres, virtudes, pero a la vez canalizar lo que está presente y adaptarse al medio. Por otra parte, desde los receptores de esos inmigrantes se ha de buscar el acercamiento, integrarlo.

En este sentido tiene gran peso la televisión (sobre todo) y otros medios de comunicación. Es curioso pero cierto que más de una vez al llegar a un hotel en tierras lejanas a las nuestras encendemos la tele para ver qué echan.

Esto últimamente gracias a un gran flujo de canales debería, porque apenas pasa, crear un flujo comunitario con ellos a través de diversos programas que les inserten poco a poco en la cultura del país. Sin embargo son pocos y el mismo avance de la tecnología les permite seguir conectados en una pequeña burbuja en su casa.

Y en este sentido, en el estudio de la Fundación Telefónica de Los medios de comunicación en la experiencia migratoria, nos relata que los emigrantes de Latinoamérica pasan más tiempo en un ordenador con internet que en una televisión. De esta manera se acerca a su pueblo pero no se palpa en exceso de lo que es presente en el país receptor. Aunque también hay que añadir, que ese uso es mayoritariamente de contacto vía email.

En ese mismo estudio se puede ver cómo han cambiado las costumbres mediática de los inmigrantes en España, así, casi todos los pueblos navega más por internet que antes o lee más prensa que antes.

Internet es, por tanto, quizás el medio integrador en la sociedad pues puede permitir al visitante duradero no sentirte muy lejano y desplazado mientras la integración florece.

Volviendo a la parte histórica. Hay que ver que a lo largo de la historia fueron las naciones donde más viajeros de diversos mundos se asentaron quienes triunfaron. En este sentido, el político e histórico alemán del siglo XIX George Waitz comentaba: “Siempre que vemos un pueblo, sea cual fuere su grado de civilización, que vive al margen de los otros, sin contacto o acción recíproca, generalmente encontraremos un cierto estancamiento”.

Esto último se ve reflejado en las zonas más recónditas del planeta, con estructuras sociales propias de civilizaciones de la edad antigua. Y otras, que a pesar de su riqueza en materias primas, son aisladas de un modo u otro del mundo sin llevar el avance cultural debido.

Y de igual manera trasladable a pequeñas proporciones, a aquellas comunidades de extranjeros que se asientan en pequeños poblados o barriadas a las afueras de las ciudades. Esto a la larga terminará por crear dos realidades opuestas con apenas un kilómetro de distancia entre ellas. Es decir, lo que se conoce como una mayor presencia de un cuarto mundo, de pobreza dentro de la “riqueza”.

En todo este proceso de integración buena culpa de que se dé más o menos rápido la tiene el uso de la lengua. De esta manera podemos ver en el documento de la fundación Telefónica antes citado como los hispanos parlantes encuentran acomodo pronto. Son capaces de interactuar desde el minuto 1 en el territorio de la metrópolis.

Aunque en esto también influye las costumbres y religiones heredadas de colonizaciones pasadas.
En este tema también volvemos a la importancia de internet. Aquí en España quizás el acercamiento entre periferia y centro no ha experimentando un gran mejoría por estar conectada de antes, en algunos bastos países supone un vehículo que ayuda a no dejar atrás a aquellos pueblos alejados de la ciudad. Casos como Australia o Brasil.

También internet acorta los problemas de los idiomas, nos permiten acceder a contenidos de diversa calidad y emitidos desde puntos de todo el planeta con un solo click. Se podría decir que en la red ya no existe la lengua de la cultura (latín en el pasado o inglés en lo reciente) y eso nutre a pueblos menos formados culturalmente.

Con todo esto llegamos a la idea de una Europa que puede volver a abrir fronteras. Una Europa que se ha ido enriqueciendo gracias al apoyo mutuo y que de por si hoy en día sola sería difícil navegar en el escenario globalizado en el que estamos.

La identidad europea ha de ir más allá de un simple motivo económico y seguir fomentando este flujo de ideas derivado de la libertad de movimiento entre pueblos.

El enriquecimiento de la cultura de los pueblos es el principal aval para no echar marcha atrás. Quizás se haya querido empezar la casa por el tejado, es decir, por el dinero, por lo que más duele al final. Pero de los errores se aprende y la Europa solidaria es posible, más con medios de comunicación volcadas en la idea.

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