martes, 10 de mayo de 2011

Escribir un libro, una meta siempre presente

El arte de la escritura no muere y sigue buscando jóvenes talentos que no permitan vagar las letras y palabras por el inmenso mar de la incultura. En días como hoy escribir un libro puede parecer una tarea de fácil culminación, allá hallamos a personajes de lo más variopinto que de una noche a la mañana se enmarcan en una aventura novelesca creando unas páginas de difícil comprensión o más encaminadas hacia otros menesteres.

Pero no, no es verdad. Escribir un libro sigue siendo recompensa para las mentes con más brillantes en el mundo de la fantasía y la constancia. No vale tener una idea, has de tener miles, y no vale tener mil ideas, hay que saber conectarlas, darle forma. Ya sabemos todo el dicho de que un libro es como una casa donde cada ladrillo es una palabra, una pared una frase, y el cemento sus conectores. De tal manera que no, no es fácil escribir un libro y sino que me lo digan a mi cuyos periplos por estos campos han acabado más pronto que un plis plas.

Sin embargo aún hay gente que existe, que busca este camino y lo logra, con mayor o menor éxito, con errores, claro está pero con la alegría de alcanzar una meta. Una de estas atletas de la escritura es una buena amiga mía, María del Pino quien hace unos breves meses se atrevió con la novela y lo hizo a lo grande para imprimir más de 600 páginas. Un logro que hoy quiero reconocer desde este blog y así de paso publicitar su libro del que podréis encontrar más información en su web.

¡Un saludo y ya sabéis, a alcanzar metas que sin ellas la vida es aburrida!

1 comentario:

  1. ¡¡Un solecito de primavera recien llegado es lo que eres, amigo mío!! Me emocionado leyendo y me emocionaré cada vez que lo lea. Espero poco a poco ir subiendo y aprendiendo cosas. Quiero llegar a redactar y a llegar al corazón de las personas.
    Muchas Gracias periodista mío! ;)

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