Hacía tiempo que quería ponerme a ver películas del director americano Quentin Tarantino y, tras mis recientes horas de libertad, he decidido que ya ha llegado el momento por lo que desde el viernes pasado visualicé sus mejores obras: Pulp Fiction, Kill Bill, Jackie Brown… más Malditos Bastardos, la cual vi en su semana de estreno.
Tras ello por fin puedo hablar con fundamento de la calidad de Quentin como director, guionista y un poquillo de su valor como actor y la verdad es que he de resumirlo en esta frase, “no es parta tanto”. Salvo su última película he visto que sus filmes gozan de un ritmo lento en la trama que pueden llegar a aburrir, como pasa en Jackie Brown, y que las salva gracias a chispazos de humor gore como la famosa escena del disparo sin querer de Pulp Fiction o el “antes molabas” de Samuel L. Jakson a Rober de Niro.
También he encontrado hilos argumentales no continuista en los minutos de duración de cada cinta, encontrándote algo perdido atendiendo o no atendiendo a la película. Se encuentra, también, unas situaciones demasiadas absurdas y tontas que no dan ni credibilidad ni humor.
Pero todo ello ha sido una crítica a su labor en los guiones porque como dirección sí es cierto que está a la altura, al menos por abajo, de los grandes maestros. Puede que ayudado por rodearse de grandes actores pero cierto es que el comportamiento en las escenas de todos sus personajes bien merecían un aplauso.
Dicho esto he podido concluir que su último film, Malditos Bastardos, es quizá la mejor obra del conocido director y espero que siga por estos ambientes en sus próximos proyectos.
En fin, ha sido una entrada corta pero quería valorar un poco la figura de esta persona en el mundo del séptimo arte. Un saludo y hasta el próximo post.
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