La herencia es definida como el conjunto de bienes que son transmitidos de una persona a otra a morir la primera. Y últimamente nos encontramos con multitud de casos en que esos fallecidos al no haber conseguido ningún amor ni descendencia en la vida deciden dejar su dinero en vida a personas o grupos de diferentes campos.
El primer caso con el que se puso de moda en la agenda informativa del poco prestiguioso periódico 20Minutos fue con la noticia de la herencia, estimada en más de 10 millones de euros, de un menorquino a nuestros Principes y sus hijos y sobrinos. Sin embargo cuando sale algo que impacta le salen gemelos por todos lados y encontramos más noticias sobre la temática de la que hoy os vengo a hablar.
En la mañana de hoy podimos leer el rocambolesco caso de un piso que dejó en herencia una mujer al antiguo pontifice Juan Pablo II. Si ella hubiera sabido que la Iglesia terminaría vendiendo ese piso a una pareja de homosexuales... si levantara la cabeza. Y lo más gracioso, quizás ese dinero sirviría para financiar el proyecto de hablar con Dios de un párroco en Toledo...
Pero por suerte no todos los hombres y mujeres al morir tenemos el gran pensamiento de dejar más dinero a los que ya son ricos de nacimiento. Y es que una mujer de 60 años dejó en 2008 la pequeña pero importante cifra de 3 millones de euros a tres organizaciones cuyo fin es la defensa de animales.
En fin, vuestro dinero es para vosotros pero si os váis a morir hacer como la tercera y dejarselo a buena gente, así vuestra última acción en el mundo de los vivos será más que noble.
El primer caso con el que se puso de moda en la agenda informativa del poco prestiguioso periódico 20Minutos fue con la noticia de la herencia, estimada en más de 10 millones de euros, de un menorquino a nuestros Principes y sus hijos y sobrinos. Sin embargo cuando sale algo que impacta le salen gemelos por todos lados y encontramos más noticias sobre la temática de la que hoy os vengo a hablar.
En la mañana de hoy podimos leer el rocambolesco caso de un piso que dejó en herencia una mujer al antiguo pontifice Juan Pablo II. Si ella hubiera sabido que la Iglesia terminaría vendiendo ese piso a una pareja de homosexuales... si levantara la cabeza. Y lo más gracioso, quizás ese dinero sirviría para financiar el proyecto de hablar con Dios de un párroco en Toledo...
Pero por suerte no todos los hombres y mujeres al morir tenemos el gran pensamiento de dejar más dinero a los que ya son ricos de nacimiento. Y es que una mujer de 60 años dejó en 2008 la pequeña pero importante cifra de 3 millones de euros a tres organizaciones cuyo fin es la defensa de animales.
En fin, vuestro dinero es para vosotros pero si os váis a morir hacer como la tercera y dejarselo a buena gente, así vuestra última acción en el mundo de los vivos será más que noble.
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