viernes, 5 de febrero de 2010

Cuando más juntos hemos de estar

El conjunto cordobesista empezó la semana pasada la segunda vuelta del campeonato mientras que este miércoles pasado terminó la primera. Un balance esperanzador para un plante que auguraba una lucha difícil por la salvación.

Nuestra escuadra demostró durante más de seis meses una imbatibilidad descomunal en el semi-feudo califal donde pocos puntos se fueron y donde pocos goles nuestras porterías vieron, tanto en contra como a favor. Una gran efectividad en casa propiciada por la estrategia made in Alcaraz y una defensa llena de experiencia a pesar de contar en muchos partidos con jugadores novatos gracias, entre otros, al Capo Pierini. Una primera vuelta que nos hizo ilusionarnos por volver a llevar el nombre de Córdoba a las más altas esferas de España, pero fue un sueño corto donde de un pellizco fuerte llamado Albacete nos hizo despertar.

2009 fue un año glorioso tanto el final de la temporada pasada como el incio de la presente, pero este nuevo año se presenta con temor, miedo, sufrimiento pues donde el camino que estaba lleno de rosas ahora solo se ven estrecheces por donde pasar e inconvenientes imposibles de saldar de una manera digna para esta ciudad. Un plantel tan justo como el nuestro era de bien sabidos que pronto se desmoronaría, lesiones y más que lesiones nos bajan al calimbo de las luchas interminables.

Pero la afición no entiende de realidades, solo quiere ver goles donde solo hay defensa, no vemos el equipo justo que tenemos y le silbamos a jugadores de calidad inferior a la del rival que consiguen sacar empates, los nervios vuelven a las aguas blanquiverdes cuando más juntos hemos de estar. Corren tiempos difíciles y gran parte de la afición vuelve a dar la espalda al equipo.

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