Si habría que encontrar algún animal con la capacidad de tropezar con la misma piedra una y otra vez, este sería el hombre. Tristemente otro año más me encuentro en la dinámica del error, al descuidar los estudios hasta el último momento he provocado que de una hojilla salgan tochos enteros para los que poco tiempo dispongo de trabajar.
Con el comenzar de cada temporada miles de proposiciones de un buen hacer creemos convencer en nuestro ser, pero ni la más remota idea se cumple.
Aquí estoy, un día de los inocentes con el temor del día antes de un exámen, ¡VIVA LA PRESIÓN!