Veranos, otro más de sueños e ilusiones, el impulso de los corazón de los humanos, la ambición menor o mayor que en todos presentes están. Soñares incumplidos, historias del futuro ya pasadas. Otro verano frente al teclado, todo cambia pero yo sigo aquí igual, impasivo, modesto ante los acontecimientos, metas grandes en mi camino que llegaré a cumplir porque mi ambición no entiende de modestias. ¿Contradicción? El tiempo dirá la historia que forjaré. Mientras tanto, gracias a todos porque aunque solo ande por el camino de esta vida, todavía, cada gota sea de dolor, de tristeza, de aprecio o de dulzura, toda, contribuye a mejorar y cumplirme.
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