miércoles, 2 de marzo de 2011

Analísis Braid (PC, X360 y PS3) - Una aventura por un océano de sueños

La cultura como ocio siempre ha venido unida a la escapada del mundo real ofreciéndonos bellas pinceladas en un cuadro hacía el paraíso o presentándonos paisajes del sueño uniendo palabras que solo los grandes escritores sabían realizar.

Pero en finales del siglo XX un pequeño e independiente arte empezó a florecer a medida que las maquinas se hacían con el dominio de las actividades humanas, los videojuegos y con ello llegó Braid. Una nueva obra maestra de plataformas hecha con escasos recursos que no necesita crearnos espacios tridimensionales ni personajes fieles representaciones de la realidad para cautivarnos y llenarnos de completo de la magia que ofrecen los videojuegos a poder ser nosotros los protagonista de la historia.

El protagonista que se sumerge en este océano sensorial es Tim, un joven pelirrojo en busca de una princesa que tiene que salvarla de un palacio y bueno, ya sabéis eso de que la historia está más vista que el final de Mario Bros… Pero no es su argumento donde reside la belleza del juego sino en su presentación, en un mundo nuevo y diferente lleno de rompecabezas que resolver aunque en algunas ocasiones parezcamos estar ante un argumento lineal y sin cabeza.

Tim se deberá de ir moviendo por los diversos mundos, cada una con un carisma propio que lo diferencia del resto, en busca de la ya citada princesa cuya relación no se nos explicará de buena forma aunque todo hace indicar que nuestro protagonista busca enmendar un error pasado a la par que recoge piezas de un puzle que tendrá que resolver en algunas fases del título.

El manejo de Braid no tiene demasiada historia salvo la que le queramos dar, resulta bastante fluido su caminar con el teclado y sus saltos u otras acciones especiales no se convierten en una difícil tarea para el jugador. Se crea de esta forma un fácil seguimiento por todos los escenarios del título. Mientras que morir no supondrá ningún problema gracias a la capacidad de Tim de retroceder en el tiempo, una herramienta que tendremos que usar también para resolver otros elementos del título.



Fluidez no es tanta facilidad pues el no conseguir diferentes retos puestos en cada nivel provoca una leve desesperación en el jugador al poner quimeras como objetivos que luego más tarde podrán resolver sin mayor dificultad. Por las verdes praderas armoniosas del mapa andaremos siempre bien acompañados de erizos o conejos “drogados” que tratarán de hacernos la vida imposible. Sin embargo no serán trigo duro de comer pues su complejidad residirá en su mayor número y su forma de eliminarlos básicamente será la típica de los juegos plataformas, “salto y te mato”.

Una de las maravilla de este título es la excelente banda sonora creada para la ocasión en la que se mezcla las grandes piezas de la música clásica de varias épocas. Con ella la inmersión en el mundo de de fantasía lleno de puzles, nubes entre otros elementos se vuelve más hermosa y detallada. Y no resulta monótona aunque la tranquilidad se impone en el mayor número de sus pistas, también se pueden escuchar fragmentos que se adecuan a lugares más brumosos y oscuros o escenas donde la rapidez toma el guión de la película.

El resumen de este juego podría ser su belleza sensorial y entornos bien cuidados capaces de hacer de Braid una aventura digna de un gran aplauso. La aventura no será corta ni larga, pero, como se comentó antes, en algunas ocasiones recibiremos demasiados atascos que sobredimensionaran la dificultad del juego dejando por imposible jugar hasta el final.

Valoración: 9
Jugabilidad: 9
Tecnología: 8
Gráficos: 9
Sonido: 10
Innovación: 9

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