Quizá las oleadas califales se queden en palabras y no en hechos pero que nuestras tropas dispongan, por fin, de armas de calidad y no sacado de un mercadillo de vejestorios o apuestas ridículas han logrado que se vuelva a creer en el anhelado ascenso. A la plantilla realizada le hemos de sumar la posibilidad de una lucha más equitativa pues hasta la sexta plaza te deja la opción de soñar unas jornadas más.
Yendo ya al puro terreno deportivo hemos de valorar la compensación que ha sufrido la escuadra cordobesa, desde la posición defensiva a la delantera. Una competencia por cada puesto no visto en este equipo desde hace años haciendo difícil la formación de cada once, haciendo imprevisible nuestras armas para el rival hasta que el silbato no pite el inicio de las batallas deportivas.
A ello le debemos de añadir la suma de calidad de tres jugadores: Jonathan Sesma, vuelve ocho años después con aún fuelle en las piernas y una gran experiencia en su cabeza que la hará salvar muchos partidos; Iñigo Díaz de Cerio es una gran incógnita por los ya muchas semanas sin demasiados

Con un estadio que podría cerrarse para esas hipotéticas eliminatorias por el ascenso, no cabe nada más que soñar con lograr este hito y volver 40 años después a la categoría de oro del balompié español.

Tengo mono de futbol yaaaaa!! jajajaj
ResponderEliminar