viernes, 27 de agosto de 2010

Salvemos el parque: gigantes en forma de molinos de viento

La mediocridad de la ciudadanía cordobesa volvió a mostrarse ayer en uno de sus episodios más tristes de hipocresía e intolerancia que ha vivido la capital de los Califas en los últimos meses. ¿El motivo? Ridículo e incoherente, acercar uno de los parques más grandes de la ciudad al público en general, una demanda que cuenta en su haber con décadas de reclamación por los vecinos de la zona que veían como no podían cruzar por el parque al estar poco acondicionado para este fin.

Ahora, amparados por el calor de estas fechas que iluminan ideas de lo más inverosímiles, se quejan de una cosa, primero, y de otra, después. Por una parte afirmaban que los atletas, los que usaban el recinto para correr sus kilómetros diarios, verían perdido este espacio para su quehacer. El proyecto no se entrecruzará de ninguna manera por lo que estamos ante una mentira que quedó bien reflejada ante la luz teniendo que cambiar de objetivo: ecologismo. No seré yo quien ofrezca mi contento ante la tala de árboles tan poco necesarios en los días que corren pero no es tan exagerado lo que cuentan los contrarios al proyecto, es más, se reforzará con más verde en el futuro.

Una vez más queda entredicho las quejas de estos vecinos que no saben de qué quejarse, de un pequeño granito de arena han hecho una montaña. Definitivamente han convertido los molinos de viento en gigantes para poder luchar contra un rival débil como viene siendo el Consistorio en los últimos meses. Me pregunto cómo son capaces de movilizarse tanto para un objetivo irrisorio y luego dejan al aire otras cuestiones de la capital cordobesa de un deber más importante.

Pero lejos de este proyecto sin ecuánime encontramos una actitud bochornosa de los que “salvadores” del parque, presentándose ante una reunión como si de una lucha entre bandas callejeras se trataran y haciéndonos creer que hacían nada más que su derecho a la libertad cuando esta es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía.

En este enlace os dejo información sobre el proyecto, aunque posiblemente ya tenga alguna que otra modificación. Córdoba necesita recuperar un espacio abandonado, mal iluminado, destrozado y monopolizado y esta es una buena manera de lograrlo.

sábado, 21 de agosto de 2010

Gran esperanza (Previa de la temporada 2011 CCF)

Se echaban de menos un sentimiento de ambición desde la afición cordobesista pero parece ser que los movimientos realizados por Zubillaga, director deportivo del Córdoba CF, han satisfecho los deseos de un gran número de hinchas blanquiverdes.

Quizá las oleadas califales se queden en palabras y no en hechos pero que nuestras tropas dispongan, por fin, de armas de calidad y no sacado de un mercadillo de vejestorios o apuestas ridículas han logrado que se vuelva a creer en el anhelado ascenso. A la plantilla realizada le hemos de sumar la posibilidad de una lucha más equitativa pues hasta la sexta plaza te deja la opción de soñar unas jornadas más.

Yendo ya al puro terreno deportivo hemos de valorar la compensación que ha sufrido la escuadra cordobesa, desde la posición defensiva a la delantera. Una competencia por cada puesto no visto en este equipo desde hace años haciendo difícil la formación de cada once, haciendo imprevisible nuestras armas para el rival hasta que el silbato no pite el inicio de las batallas deportivas.

A ello le debemos de añadir la suma de calidad de tres jugadores: Jonathan Sesma, vuelve ocho años después con aún fuelle en las piernas y una gran experiencia en su cabeza que la hará salvar muchos partidos; Iñigo Díaz de Cerio es una gran incógnita por los ya muchas semanas sin demasiados encuentro en sus piernas, pero desde algunas voces vascas fue en su día llamado a ser un nuevo Urzaiz y a ello nos agarramos porque cierto es que en su día se hinchó a marcar goles y joven es aún; Usero, quizás no sea el gran jugador creativo que consiguiera dar a nuestros delanteros grandes pases pero suma una calidad en la parcela central del juego muy añorada en el conjunto cordobés.

Con un estadio que podría cerrarse para esas hipotéticas eliminatorias por el ascenso, no cabe nada más que soñar con lograr este hito y volver 40 años después a la categoría de oro del balompié español.

viernes, 20 de agosto de 2010

Gamescom con sabor agridulce


La gran feria del videojuego en Europa ha vuelto a demostrar que no está a la altura de los otros dos eventos mundiales, convirtiéndose en un mero escaparate para los periodistas del viejo continente y algún seguidor acérrimo del décimo arte.

Hablar de fracaso no sería realista porque seguramente las visitas se habrán contado por miles y llegarán al nivel de las otras dos expos, pero lo cierto es que su nivel informativo ha sido más bien nulo.

Como ya vais leyendo esta entrada va a ser más de opinión que informativa, pero va a tratar sobre un tema que ha de hacer replantear mucho el tratamiento que los videojuegos están recibiendo en Europa por las autoridades, industria privada y, sobre todo, el cuarto poder, los medios generalistas de comunicación.

La industria del cine, televisión y música comercial dicta mucho de estar en manos europeas y venimos influencias por las últimas tendencias estadounidenses. Pero estas que he citado comenzaron su andadura con una Europa sucumbida en guerras, grandes crisis que depararon en el fin de la hegemonía del viejo continente en el globo terráqueo; los videojuegos no, el décimo arte dio sus primeros pasos hace apenas tres décadas y sus grandes zancadas ni siquiera llevan dos lustros de historia.

Las Gamescom solo son un reflejo de ese mal hacer europeo en el terreno de las consolas que está logrando dejar en manos foráneas un mercado cuyo dinero tiene más ceros que cine y música juntos. Esto no es debido a falta de héroes que hayan buscado sembrar su semillita en esta nueva industria del entretenimiento, esto se debe a la poca valoración que se le ha dado desde los ámbitos, que antes cité, a las consolas. La feria que se organiza en Leipzig, Alemania, y años antes en Colonia no ha recibido ni un tratamiento en una columna de los medios de comunicación generalistas de España y, por lo poco que entiendo de alemán, tampoco en los medios bávaros. Luego tenemos la desgracia de escuchar a una comisaria de la Unión Europea lamentando la inexistencia de un Google europeo, pero si internet está perdido, los videojuegos aún más.

Y esto se traduce en un menor apoyo económico a estos eventos que terminan por derivar en un mayor olvido por los entes que componen el sector haciendo de las Gamescom una fecha que estorba en el calendario de las empresas de videojuegos al estar entre el E3 y la TokyoGameShow. Cierto es que esto se podría solucionar buscando una fecha más alejada del verano; cierto es también que el poco glamur que da Leipzig, perdonen si me lee algún alemán, no ayuda mucho y podría encontrar mayor relevancia en una Mallorca, Milán, Mónaco o París. Pero seamos consientes de que la poca relevancia de esta feria no se debe ni a la fecha ni el lugar, sino al olvido de los “viejos” sobre la joven industria que dirigirá el camino del entretenimiento en el futuro.

Europa seguirá siendo una colonia de América y dentro de cincuenta años quizás tengamos que oír declaraciones de apoyo al videojuego español como viene pasando con el cine en estos últimos tiempos.

Esto es todo, me gustaría haber hablado de algún anuncio, de alguna “bomba” soltada por Microsoft o Sony pero poco hay sobre ello aunque os cito a una próxima entrada más valorativa sobre lo mostrado por las desarrolladas en su cita europea.

¡A más ver!